Breve reflexión sobre la precariedad laboral

Mientras mantengo mi cruzada de búsqueda de trabajo estable me he puesto a pensar mucho en las condiciones laborales de la gente con quienes comparto, en las opciones de trabajo que se me presentan y las ideas que tiene cada quien sobre esos espacios en que todos, y sin importar cuánto y cómo, entregamos más de la mitad de nuestros días activos. He pensado también las distintas pegas que he hecho. Desde ayudante de maestro de construcción, jornal, panadero, hasta apoyo académico, redacción de informes y, por qué no, trabajos domésticos no remunerados. Todas sin posibilidad de proyectar mi vida en esos trabajos como tal vez lo pudieron hacer en algún momento nuestros padres o abuelos. Con esto no busco romantizar el pasado, sino dar cuenta de una condición que, según veo, es más nueva que de siempre.

Empresas tecnológicas como Alphabet Inc, matriz de Google, Microsoft Corp entre otras han estado recortando miles de puestos de trabajo. Sólo hace unos meses Facebook despidió a más de 11.000 trabajadores, y esta cifra, según menciona Bloomberg News, seguirá en aumento. Medidas desesperadas cuando, la matriz de Instagram y WhatsApp que en 2021 cambiara su nombre a Meta, sigue siendo la empresa de redes sociales hegemónica, y que no quiere perder este puesto frente al crecimiento de su competencia, el asiático Tik Tok. En este lado del mundo las multinacionales como NotCo, Betterfly, Houm y Justo se suman a esta ola de despidos frente al aumento de la incertidumbre y un ambiente de políticas monetarias más restrictivas. 

Esta precarización del trabajo se enmarca en la arremetida del capital global, bajo el panorama de incesante maximización de la competencia inter y transnacional entre quienes disputan la carrera por la acumulación de riquezas, que luego son reinvertidas, siempre en una relación de ganancia para las empresas, para poder superar la crisis que arrastra el sistema en su conjunto. Esta adaptación del patrón de acumulación capitalista necesita de un deterioro de las condiciones laborales, generando inestabilidad e inseguridad laboral, en dónde el o la trabajadora se encuentran desprotegidas tanto en lo social, económico como en lo legal. En el continente se radicaliza esta situación de crecimiento de la miseria ya que el contexto de modernidad neocolonial potencia que estás condiciones laborales no permitan prestaciones de ninguna clase, sin derecho a sindicalizarse y reprimidos violentamente cada vez que intentan protestar, debido a que nuestros países buscan ser atractivos para la inversión de capital transnacional y que, por lo general, pertenecen a un norte global deslocalizado y que terciaria sus pérdidas en nuestro continente.

Mientras que Zuckerberg dice "me equivoqué y asumo la responsabilidad", miles de trabajadores son despojados de su precaria estabilidad económica. Que, asumiendo los privilegios de trabajar en un gigante tecnológico, es incomparablemente peor la situación laboral de cientos de miles de trabajadores en América Latina. Ambas pertenecen, si bien con considerables matices, al mismo fenómeno global. 

Los miserables aumentos del sueldo mínimo son rápidamente consumidos por la inflación, producto de una condición global, que avanza al doble y al triple que las indignas políticas laborales de las socialdemocracias latinoamericanas. Creciendo la incertidumbre directamente en proporción con los ingresos de los multimillonarios del planeta. 

Cada vez es más complejo encontrar un trabajo digno y que supla las necesidades que cada persona tiene derecho a suplir. Este escenario de inestabilidad no permite disfrutar del tiempo de no trabajar, que incluso mantiene, a quienes son mayormente explotados, con doble jornada, o con otros trabajos a realizar durante sus tiempos paradójicamente libres. Parafraseando a Byung-Chul Han, explotándose a sí mismos hasta el agotamiento. Con consecuencias como  ansiedad, depresión y angustias propias de una salud mental deteriorada.

Es aquí en donde se potencia la competencia entre trabajadores, desarrollando el odio inter clase, de exacerbado individualismo y que tiene como consecuencias la aporofobia y, como una de sus manifestaciones, la xenofobia contra trabajadores migrantes de países empobrecidos por las dinámicas del capitalismo global. Esto emerge como "la visión antropológica del neoliberalismo" (Hoehn, 2006) en dónde "la estabilidad de este orden espontáneo depende del sometimiento bajo ciertas normales culturales de conducta que enmarcan el espacio para el actuar individual: propiedad privada, libertad de contrato, igualdad formal ante la ley, honestidad y austeridad". Desde donde aparece el nuevo contrato social del precariado. Con características consecuentes con una descolectivización y una potente reindividualidación de los sujetos productivos. (Castel, 2010). En dónde el estado, impotente y en cuestión, gestiona los problemas del mercado y la modernización.

Según las cifras del World Inequality Report de 2022, el 50% inferior de la población en Chile gana solo el 10% del total de ingresos del país, mientras que el 10% superior comparte casi el 60%. El país es uno de los más desiguales del mundo en donde el 1% más rico concentra el 49,6% de la riqueza total del país. Se preguntaba Jorge González "¿Por qué, por qué los ricos?" ¿Serán más trabajadores? ¿Se levantarán más temprano? Todo lo contrario. La gran victoria de quienes ostentan el poder es la cantidad de ocio de la que disponen. 

Las afectaciones al trabajo como contradicción capital-trabajo del sistema capitalista es central para comprender y considerar alternativas a los modos de producción actuales, ya que esta precarización responde a una dinámica global en crecimiento. Cuando el sustento económico de las familias es precarizado, la conciencia crítica y política urge con el fin de articular la diversidad de trabajadores quienes somos la gran mayoría, aquella sujeta a las normas y valores de quienes su único interés yace en su bolsillo, en su condición individual, egorefente y déspota contra quienes trabajamos para sobre abastecerlos a costa de nuestra propia miseria.


Bibliografía

- Hoehn, Marek (2009). Neoliberalismo. Aportes para su conceptualización. Centro de análisis e investigación política documento número 32.

- Castel Robert (2010). La protección social en una sociedad de semejantes. Abril, 2010. Disponible in Biblioteca Digital. Universidad ICESI.

- Vejar, Dasten Julián. (2014). La precariedad laboral, modernidad y modernización capitalista: Una contribución al debate desde  América Latina. Trabajo y sociedad, (23), 147-168. 

-Han, Byung-Chul (2017). La sociedad del cansancio. Barcelona, Herder Editorial.

- Los Prisioneros (1986). Por Qué Los Ricos. En Pateando Piedras. EMI Odeón Chilena S.A. 

- Despidos masivos en Facebook. (9 de noviembre del 2022). https://www.cnnchile.com/tecnologias/despidos-masivos-en-facebook_20221109/

- Startups chilenas no pueden contener la ola de despidos que se vive en LatAm. (17 de agosto del 2022).  https://www.bloomberglinea.com/2022/08/17/startups-chilenas-no-pueden-contener-la-ola-de-despidos-que-se-vive-en-latam/

- La obscena concentración de la riqueza en chile que revelo el World Inequality Report. (2022) https://www.elciudadano.com/portada/chile-desigual-la-obscena-concentracion-de-la-riqueza-en-chile-que-revelo-el-world-inequality-report-2022/02/22/

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Sepultura

Pictografía

La obra